Raymundo Sandoval insiste en que el desplazamiento forzado tiene en Guanajuato otras dimensiones y características, pero que, aún sin registro, reclama una mayor atención institucional
Valentín López
León, Gto. 24 de enero de 2024.- A diferencia de lo que sucede en estados como Chiapas, Jalisco y Zacatecas, donde comunidades enteras son abandonadas por familias que huyen de la violencia, en Guanajuato el desplazamiento forzado interno ocurre según una modalidad que el académico Raymundo Sandoval, fundador de la Plataforma por la Paz y la Justicia, llama desplazamiento por goteo, que consiste en la expulsión de un individuo o una familia que decide marcharse de una comunidad por temor a la delincuencia.
De acuerdo al activista, esto ocurre en comunidades de municipios como Irapuato, Salamanca, Pénjamo, Salvatierra y Juventino Rosas.
“A diferencia de otros desplazamientos en Michoacán, en Jalisco, en zacatecas, que son comunidades enteras que son expulsadas por la violencia, en Guanajuato lo que estamos identificando son familias que están siendo desplazadas a otros lugares del país, no de forma masiva, sino de una forma familiar, en un proceso que paulatinamente ha ido creciendo. Ustedes consulten en Salvatierra, en Pénjamo, en Irapuato, en Salamanca, y van a darse cuenta de que hay un subregistro de los casos de desplazamiento de las personas que por las extorsiones, por las amenazas, por el miedo a estos actos de alto impacto de control territorial de los grupos delincuenciales, se cambian de lugar.
En estos casos, las personas obligadas a marcharse, se van por su cuenta a otro lugar del país.”
Pero no sólo huyen dentro de las fronteras mexicanas.
De acuerdo a algunos testimonios, incluso se exilian en otras naciones, sobre todo en los Estados Unidos, del mismo modo en que familias centroamericanas escapan de la violencia en sus países de origen, e intentan cruzar la frontera estadounidense.
“Cuando es internacional, depende del estatus jurídico, en los casos de refugio y de asilo sí hay categoría jurídica, para asignarle a la persona solicitante. en el caso del desplazamiento no hace falta que una institución te otorgue un certificado o una calidad de persona desplazada. Y esa es una dificultad, porque mientras no haya un reconocimiento oficial de las instituciones, todos los datos son extraoficiales. Lo que se sugiere entonces es que la Comisión de Víctimas elabore un diagnóstico, cree un fondo emergente y un programa de atención a víctimas, específicamente en el contexto del desplazamiento. Habría que preguntarse cuántas otras familias están saliendo de Guanajuato sin que haya un registro de lo que está sucediendo, tanto a nivel nacional, es decir desplazamiento forzado interno, como a nivel internacional, que sería refugio o asilo.
En los últimos días se ha reportado el desplazamiento de comunidades que han huído de los alrededores de la represa de Angostura a Comitán, escapando de los enfrentamientos entre grupos armados en el sur de Chiapas.
También hace unos días, decenas de familias han dejado atrás su comunidad en Tequila, Jalisco, debido a las amenazas de la delincuencia.
Y hace dos años, por lo menos 19 comunidades de Jerez, en Zacatecas, se volvieron pueblos fantasmas ante el abandono de sus pobladores que, en el curso del año pasado, han vuelto parcialmente a repoblarlos.
Raymundo Sandoval insiste en que el desplazamiento forzado tiene en Guanajuato otras dimensiones y características, pero que, aún sin registro, reclama una mayor atención institucional.”
“En Jalisco, en Teocaltiche, hay comunidades enteras que son desplazadas a otros lugares; en Zacatecas, en Jerez, hay comunidades que expresamente son expulsadas por grupos delincuenciales; en Michoacán sucede lo mismo. En Guanajuato no tenemos todavía registro de que comunidades enteras sean desplazadas, o sean incluso amenazadas por los grupos delincuenciales, de que tienen que abandonar su territorio, Pero sí estamos identificando ya que hay un proceso familiar, de goteo.
RAGA