León

JULCA sigue atendiendo los casos que se le han quedado rezagados

La idea central es conciliar los involucrados con la finalidad de que se dé al final la paz social que pretenden

Valentín López

León, Gto.; a 15 de mayo del 2024.- La Junta de Conciliación y Arbitraje de León (JULCA), que estuvo recibiendo las demandas laborales de los trabajadores hasta el 2 de noviembre de 2021, sigue atendiendo los casos que se le han quedado rezagados.

Uno de ellos es el caso de unos 90 trabajadores que prestaron sus servicios a una empresa contratada por el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL).

Los trabajadores reclaman su liquidación por el cese de la relación laboral en septiembre del 2020, en algunos casos, luego de 20 o 30 años laborados.

El reclamo fue interpuesto en la junta especial número 3 de conciliación y arbitraje, con sede en esta ciudad, donde la causa se dirime hasta la fecha.

De acuerdo al abogado de los trabajadores, Mario Guillén, luego de 3 años de interponer recursos jurídicos, a mediados de febrero las autoridades laborales embargaron a SAPAL 10 millones y medio de pesos para cumplir con los trabajadores. Sin embargo, hasta la fecha el dinero se mantiene retenido.

Aquí está la subsistencia de los trabajadores, de sus familias, o la dignidad humana, la supervivencia. Fueron despedidos durante la pandemia, nunca se les brindó un apoyo como habían quedado las autoridades.

A lo largo de su historia, las Juntas de Conciliación y Arbitraje contribuyeron a posicionar a Guanajuato como un estado con paz laboral, una característica que se ha utilizado durante décadas como un atractivo en la atracción de inversiones.

Gracias a la conciliación se suprimieron casi por completo las huelgas en el estado, como señala el abogado laboral Francisco Javier Arrona de la Rosa.

La idea central es conciliar a los actores de la producción, capital y trabajo, patrón y trabajador, conciliarlos con la finalidad de que se dé al final la paz social que pretenden.

Sin embargo, esta paz social se ha diluido en la cantidad de causas individuales que los propios trabajadores emprenden por su cuenta contra sus empleadores, según atestigua el abogado Francisco Arrona.

Sí hemos detectado trabajadores que en un año tienen tres citatorios en el centro de conciliación o hasta tres demandas, el mismo trabajador, en diferentes empresas. Y en ocasiones se da la situación curiosa, o no curiosa, sino reprobable, de que ganan más los trabajadores demandando, que lo que ganan desempeñando el servicio, o sea trabajando. Sí se da. No puedo decir que sea normal, o que sea algo general en todos los trabajadores, pero sí se presta a estas cuestiones.

IDHM