El Arzobispo explicó que el miedo a las problemáticas actuales, obstaculiza el escuchar y hablar, e incluso convivir con otros
Cristina Muñoz
León, Gto; a 09 septiembre 2024.- Ser sordos a las necesidades de los demás, es un problema que se vive en estos tiempos, manifestó el Arzobispo Jaime Calderón, en la homilía de este domingo, exhortó a dialogar de temas importantes, aquellos que por lo general no se afrontan como lo es la política y la religión.
Explicó que el miedo a las problemáticas actuales, obstaculiza el escuchar y hablar, e incluso convivir con otros.
«A romper esas barreras del miedo, de alejarnos de las personas que nos necesitan, de las personas más vulnerables, ellos nos necesitan, la gran enseñanza es que más allá que una enfermedad, de una limitación o como decimos ahora de nuestros hermanos, con capacidades diferentes, hay un mal mayor, que nosotros lo podemos tener, tú y yo, estar sordos a las necesidades de los demás, eso es peor delante de Dios, que el no oír físicamente», expuso el Arzobispo.
Manifestó que la peor sordera no es la física, sino aquella en la que se niega estar abiertos a la palabra de Dios, la cual terminará con lo que él señaló como una «tartamudera espiritual».
JGMP