El Arzobispo invitó a las familias a valorar y retomar la práctica del bautismo infantil, una tradición que, según comentó, está perdiendo fuerza.
Daniel Vilches
León, Gto; a 13 de Enero del 2025.- Durante la homilía dominical, el Arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón, reflexionó sobre el significado del Bautismo del Señor, destacando su relevancia como una manifestación del amor divino.
Este evento marca el inicio de la misión de Jesucristo como el Mesías y Salvador, cumpliendo las promesas de Dios al pueblo de Israel y extendiendo su mensaje de salvación a toda la humanidad.
El Bautismo fue presentado como una epifanía, una revelación de la naturaleza divina y el propósito eterno que Dios tiene para la humanidad.
El Arzobispo subrayó que, aunque la naturaleza humana tiende hacia la muerte, la vocación cristiana apunta a la vida eterna.
Esta perspectiva no resta importancia a la vida terrenal, sino que la enriquece al entenderla como un paso hacia la plenitud en Dios.
Asimismo, el Arzobispo invitó a las familias a valorar y retomar la práctica del bautismo infantil, una tradición que, según comentó, está perdiendo fuerza. Señaló que este sacramento permite a los creyentes experimentar desde temprana edad el amor y la salvación ofrecidos por Jesucristo, e hizo un llamado a reconocer a Cristo como el centro de la vida y de la historia.