También se verificó que los camiones no contaran con vidrios rotos ni polarizados, además de revisarse que los neumáticos no estuvieran desgastados ni presentaran daños.
Redacción
Guanajuato, Gto., 26 de Noviembre 2018.- Durante el segundo operativo realizado para inspeccionar las condiciones del transporte público, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Guanajuato Capital detectó e infraccionó 41 unidades en mal estado físico, de las cuales dos fueron enviadas al corralón.
Cada revisión tiene una duración de entre uno y cuatro minutos, con la finalidad de garantizar que cada autobús cumpla con el pasillo antiderrapante, el timbre para anunciar el descenso y la franja amarilla que divide el área del operador de los asientos, entre otras cuestiones de seguridad
Además de la inspección, los agentes de Tránsito, Movilidad y Transporte ofrecen una breve explicación a los usuarios sobre cuáles sobre los beneficios de este operativo y se encargan de constatar que cada chofer presente la documentación vigente y en orden, principalmente que porten la licencia tipo B.
Humberto Floriano Gamiño, titular del área de Movilidad y Transporte explicó que también se verifica que los camiones no traigan vidrios rotos ni polarizados, además de revisarse que los neumáticos no estén desgastados ni presenten daños.
Según la norma aplicable, ningún autobús del servicio público de transporte puede rebasar los 15 años de vida útil y cualquiera que infrinja esta medida tiene que ser retirado de la circulación.
De los 41 autobuses detectados, dos fueron enviados al corralón, uno por sobrepasar su vida útil y el otro por no presentarse la documentación correspondiente. Sobre los motivos que ameritaron infracción, la Secretaría de Seguridad Ciudadana informó que la mayor parte de los camiones infraccionados no se encontraba en condiciones óptimas para funcionar.
El funcionario detalló que las sanciones económicas por el mal estado físico o el incumplimiento de los aspectos antes mencionados van entre las 50 y 200 unidades de medida (UMAS), según sea la gravedad de lo que se detecte. Traducida en pesos, la multa más alta puede alcanzar los 16 mil.