El asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua es la gota que derramó el vaso sobre la violencia que se vive en el país.
Roberto Lira
Celaya, Gto; 27 de junio del 2022.- El asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua es la gota que derramó el vaso sobre la violencia que se vive en el país, así lo señalo el obispo de Celaya, Alejandro Aguilar Ledesma, quien resaltó que no basta con buenas intenciones de los gobiernos, sino que se requiere de actuar para garantizar la seguridad de todo el pueblo.
El prelado señaló que, en los últimos tres años, en México se ha asesinado a 27 sacerdotes católicos, pero resaltó que ningún sector de la sociedad está a salvo en los actos de violencia que se viven en el país, por lo que los tres niveles de gobierno deben revisar sus estrategias para garantizar a la ciudadanía el derecho de ser protegidos.
De la misma manera, comentó que en la Diócesis de Celaya no se ha llegado a extremos en cuanto a la inseguridad de los sacerdotes y pueden llevar a cabo su misión, sin embargo, sí se han tenido actos como el asesinato del Padre Gumersindo en Dolores Hidalgo el año pasado, que no ha sido resuelto por las autoridades.
De la misma manera, Aguilar Ledesma pidió atención especial a cuatro cánceres que atacan el tejido social: la corrupción, la inseguridad, impunidad y la violencia generalizada.