León

Asesinatos de policías; lo que parece extraordinario en Chile, es cotidiano en México

En lo que va del año van ya 30 policías asesinados en el territorio estatal

Valentín López

León, Gto.; a 8 de mayo del 2024.- El 27 de abril 3 carabineros, policías militares de Chile, fueron ejecutados e incinerados sus cuerpos en la patrulla en la que iban. El crimen conmocionó a la sociedad chilena, el presidente Bóric declaró tres días de luto nacional y el hecho impulsó cambios legislativos sobre seguridad.

Consultores en la materia consideraron el crimen, inédito en Chile.

Esto contrasta con la normalización de los asesinatos de policías mexicanos y guanajuatenses.

Así lo pone de relieve el consultor en temas de seguridad David Saucedo.

En países que no tienen esta situación de macrocriminalidad que tiene México, la figura del elemento de policía sigue siendo una figura respetada. En México, lamentablemente todas las encuestas nos permiten ver que los elementos de seguridad pública, sobre todo estatales y municipales, carecen de la credibilidad, la legitimidad, el respaldo social; son vistos como personas de instituciones corruptas. 

Lo que parece extraordinario en Chile, es cotidiano en México.  Como asegura el especialista en seguridad, David Saucedo, Guanajuato es uno de los estados con más homicidios de policías.

De acuerdo al conteo de la organización Causa en Común, en lo que va del año van ya 30 policías asesinados en el territorio estatal, 28 de ellos eran policías municipales y los otros dos, estatales; 5 eran agentes de tránsito y el resto eran policías; 5, mujeres y los demás, hombres.

Dos terceras partes, es decir veinte de ellos, fueron asesinados cuando estaban activos y una tercera parte, diez, estando francos de su actividad policial.

El hecho de que se haya permitido desde hace varios años el homicidio de elementos de seguridad, es una invitación para que se sigan realizando ataques en contra de los policías. Aquí en Guanajuato desde hace tiempo se ocupa el primer lugar en el homicidio de policías. Celaya destacadamente tiene esta característica. Cada semana, en ocasiones cada tercer día, hay policías asesinados en Guanajuato.

Por eso, de acuerdo a este analista, se requiere una persecución mucho más efectiva de quienes cometen este delito, para que matar policías en México sea tan castigado que los criminales no se atrevan a cometerlo.

La mitad de los policías asesinados este año en el territorio estatal, según el reporte de Causa en Común, eran celayenses.

Siete de ellos fueron asesinados en menos de diez días a inicios de año, entre enero y febrero.

La saña que horrorizó a los chilenos en el asesinato de los tres carabineros, se repite constantemente en México, e incluso en territorio guanajuatense.

Un mes antes de este crimen en el sur de Chile, un policía de Celaya fue grabado mientras confesaba adhesiones policiales a grupos criminales, con un machete en el cuello, antes de ser asesinado de un tiro.

Lamentablemente muchos de los elementos policiacos asesinados, no mueren en el cumplimiento de su deber, sino porque tenían algún tipo de vínculo criminal. Las mafias se habían infiltrado, se infiltraron ya hace tiempo en las corporaciones de seguridad pública para construir anillos de protección policial para su actividad criminal.

Además de los quince policías de Celaya, tres eran de Salamanca, tres de Irapuato y los otros nueve de los municipios de Jaral del Progreso, San Luis de la Paz, Apaseo el Alto, Yuriria, Comonfort, Cortazar, Villagrán y Abasolo.

De León, también sólo uno. Seis cayeron en enero, diez en febrero, cuatro en marzo, ocho en abril y 2 en los primeros cinco días de mayo.

No obstante, la secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Sophia Huett, asegura que los policías no piensan en desertar a pesar de que estén matando a sus compañeros. Esto, de acuerdo a una encuesta de autopercepción.

Y prácticamente el 70-80 por ciento desea seguir siendo policía. Y cuando no desean seguir siendo policías no es porque tengan miedo al crimen, o eso realmente tiene un porcentaje muy pequeño. La gran mayoría es porque se quejan de sus mandos o de comisiones de trabajo, etcétera. Entonces, en realidad, la gran mayoría desea ser policía.

IDHM